Con la reciente publicación de la guía de buenas prácticas lecheras (BPL), que se complementa con la gestión de purines (GBP), es posible actualizar el tambo para que sea totalmente sustentable en 2030. ¡Si lo es antes, mejor!
Primera novedad: creería que todos ya han recibido por las redes sociales la noticia de la Red de Buenas Prácticas Agropecuarias (RedBPA) sobre la publicación de la guía de buenas prácticas lecheras (BPL)* . Una publicación desarrollada por treinta profesionales especializados, cinco especialistas colaboradores y otros cinco profesionales editores y revisores de 26 instituciones; donde se desarrollan qué pasos son los necesarios para hacer las cosas bien, cumpliendo con los estándares productivos, sociales y ambientales que se están demandando en la actualidad para todas las áreas y procesos de un tambo. ¿Por qué esta el qué y no el cómo? Una GBP aborda los conceptos y criterios que se deberán seguir para alcanzar un objetivo determinado. Para ello se establece en las diferentes temáticas de trabajo qué hacer y qué no. Cómo hacerlo, en líneas generales, no está incluido en las GBP por causas lógicas y casi obvias en el contexto y geografía en Argentina. Voy a ejemplificar con estrés calórico en el bienestar animal, donde con acceso a sombra y a bebidas, aspersores en corrales, etc. se obtiene el cómo, independientemente de si el tambo esta en Rafaela, Tandil o Salta. Pero, por otro lado, en el caso del enriquecimiento de la biodiversidad en fauna o flora, o la preservación del agua subterránea por ejemplo, donde el qué es desarrollado, si una GBP abordara el cómo, al hacerlo se arriesga a no alcanzar todas las situaciones posibles. Con esto no quiere decir que el cómo se deba desatender. Tomemos una GBP como el primer paso y avancemos en su aplicación. Afortunadamente en Argentina hay buenos profesionales, técnicos e ingenio para buscar cómo adaptar cada situación para seguir los lineamientos de los que hay que hacer. ¿Un tambo en PBA tiene mejores oportunidades? El primer requisito de toda buena práctica (BP) es cumplir con las regulaciones vigentes. Hasta el momento las provincias que tienen un contexto regulatorio viable son Córdoba y Buenos Aires en gestión de purines y uso agronómico, el tema ambiental más urgente a atender. Córdoba dio un paso más e implemento un programa de incentivo en BP para los productores agropecuarios (http://bpa.cba.gov.ar/). Y en Buenos Aires existe un programa de tambos pilotos que será el modelo a seguir para actualizar la gestión ambiental en materia de purines. Segunda novedad: El lanzamiento del Programa de Tambos Pilotos. Tal como se publicó en los últimos tres ejemplares de la revista, se viene trabajando sólidamente desde 2019 con un equipo público – privado en la evaluación de 18 tambos para adecuarse a la regulación de purines. Por COVID la agenda se privó de presencialidad, pero no se abandonó el compromiso de trabajo con miras al próximo vencimiento de septiembre 2021. Teniendo todo el material técnico disponible, a la ya conocida GBP en gestión de purines, se le suman dos publicaciones que abordan cómo hacer un monitoreo ambiental de lagunas preexistentes y el paso a paso de la inscripción en ADA. La semana del 17 de mayo será el lanzamiento en un evento virtual- convocado por las autoridades y asociaciones de productores que tendrá a TamboDem como organizador. Será el primer evento de la temática y se espera poder organizar otros para poder atender a la mayor cantidad de inquietudes, entendiendo que además irán surgiendo nuevas y diferentes casos de estudio. ¿Hay financiamiento? Es lo primero que se pregunta, o se piensa y no se dice en forma directa, y se considera un obstáculo para no hacer una planificación. A pesar de la validez del pedido, hay que recapacitar en que existen, a mi entender, tres grupos de acciones en BP: las que requieren grandes inversiones (purines, estructura de ordeño, maquinaria), las que requieren poca inversión (viviendas, mantenimiento general, estructuras pequeñas, sombra, bebidas) y las que casi no lo requieren (procesos, registros, capacitaciones, gestión ambiental). ¿Por dónde arrancar? O tal vez la pregunta sea con quién arrancar. Muchas veces es mejor dejar el inicio a un profesional de confianza que pueda diagnosticar y jerarquizar con el productor sobre un plan a seguir en el corto, mediano y largo plazo. Eso desacopla la rutina cotidiana y sus consecuentes desafíos y problemas de un listado enorme de pendiente difíciles de abordar cuando la diaria los supera. Si tuviera que priorizar desde una mirada macro general, en PBA la gestión de purines estaría en el grupo de las acciones urgentes y posibles: en 2021 un tambo puede tener un proyecto aprobado por ADA y un calendario de trabajo de 2 a 4 años en el cual podría surgir la oportunidad de financiamiento, siempre que esté preparado. En el mismo grupo podrá estar la gestión y capacitación del personal, recetas fitosanitarias, bienestar animal, disposición de animales muertos o cementerios y la gestión de todos los residuos, temas pendientes que a favor tienen la baja inversión necesaria. En el largo plazo, pero que requiere de tachar varios de los pendientes, está la cuestión de las huellas y certificaciones que podrían llegar a replantear y desafiar a los sistemas productivos. Para el tambo 2030 la planificación y proyectos son las herramientas claves. En las normas ISO 14.000 sobre Gestión ambiental, pero que claramente aplica a todas las temáticas, plantea un proceso de mejora continua en 4 pasos: planificar, hacer, verificar y actuar (Figura). Para ello siempre hubo un nivel de desconocimiento o incertidumbre, sea temática, coyuntural o regulatoria. Ahí encaja perfecto la GBPL donde se satisfacen dichas cuestiones y si además se apoya en la Guía de BP de gestión de purines se tendrán los 4 pasos desarrollados al 2030. ¡Si es antes, mejor! *Disponible en https://redbpa.org.ar/documentos/ Ing. Agr. Pablo Cañada
